100. UNA ESPIGA
100. UNA ESPIGA
Una espiga dorada por el sol, el
racimo que corta el viñador, se
convierten ahora en pan y vino
de amor, en el Cuerpo y la Sangre
del Señor.
Compartimos la misma comunión,
somos trigo del mismo sembrador,
un molino, la vida, nos tritura con
dolor, Dios nos hace Eucaristía en
el amor.
Como granos que han hecho el
mismo pan, como notas que tejen
un cantar, como gotas de agua
que se funden en el mar, los
cristianos un cuerpo formarán.
En la mesa de Dios se sentarán,
como hijos su pan comulgarán,
una misma esperanza caminando
cantarán. En la vida, como
hermanos se amarán.