A

549. BENDITA SEA TU PUREZA

Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza,
a ti Celestial Princesa,
Virgen Sagrada María,
yo te ofrezco en este día:
alma, vida y corazón;
mírame con compasión
no me dejes Madre mía.