238. SALVE, SALVE
Salve, salve cantaba María,
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que más pura que Tú, solo Dios,
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y en el cielo una voz repetía,
F C
más que Tú, sólo Dios, sólo Dios.
G G7 C
Con torrentes, de luz que te inundan,
los arcángeles besan tus pies,
las estrellas tu frente circundan,
y hasta Dios, complacido te ve.
Pues llamándote Pura y Sin Mancha,
de rodillas los mundos están,
y tu espíritu arroba, y ensancha,
tanta fe, tanto amor, tanto afán.
Lindas flores los campos derraman,
de la Virgen sin mancha en honor,
y su Reina los fieles la llaman,
y los hombres su Madre y su Amor.