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145. DAME LA MANO

145. DAME LA MANO

No me importa de qué barrio
vengas, si es que Cristo te trajo
hasta aquí. Si has venido a ayudar
al hermano, dame la mano, y mi
hermano serás.

Dame la mano, dame la mano,
Dame la mano, y mi hermano
serás (2v).

No me importa a la iglesia que tú
vayas, si detrás del sagrario está
Dios. Si tu corazón es como el mío,
dame la mano y mi hermano serás.