13. SALMO 127
R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida
D A G A
Dichoso el que teme al Señor
D A
y sigue sus caminos.
G A
Comerás del fruto de tu trabajo,
G D
serás dichoso, te irá bien. R/
A D .
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor,
que el Señor te bendiga
te bendiga
desde Sión.
Que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel! R/.